En el centro de Valderredible, a tan sólo 5 km de Polientes (CA-272), se emplaza este bello pueblo lleno de atractivos. El río Ebro discurre aquí entre remansos y revueltas ensanchándose y formando un todo con la propia localidad, pues sus barrios y campos de cultivo se asientan en ambas riberas. Su topónimo hay que vincularlo con la importancia clave que tuvo esta población en la Edad Media como uno de los pasos más antiguos para cruzar el Ebro y vendría a significar el “asentamiento en la puente o vado del valle sobre el Ebro”. Es interesante notar que La Puente conserva aquí género femenino, ya que en época medieval era frecuente diferenciar los vados de madera (la puente) de los pétreos (el puente). Aparece documentado La Puent de Riba Ible y también el Conceio de la Puent en documentos del Cartulario de Santa María de Aguilar de Campoo fechados en 1231. A mediados del S.XIV se documenta como La Puent de San Panta Leone en el Becerro de las Behetrías y ya en con su denominación actual en el Catastro de Ensenada (1750) y el Diccionario de Pascual Madoz (1850).
Caminando por el caserío encontraremos excelentes ejemplos de arquitectura popular, con profusión de tejadillos, portalones, colgadizas, arcadas, varias casas con cubiertas a cuatro aguas y huertos seculares. El Centro de Interpretación La Piedra en Seco se ubica en la antigua casa rectoral y ofrece una interesante lectura sobre esta técnica constructiva frecuente en nuestro paisaje rural: chozos pastoriles (con ejemplos cercanos, en especial en el Páramo de Bricia), muros y cierros de fincas, etc. Junto al Centro de Interpretación es de admirar también la iglesia parroquial de San Roque y Santa María, bello edificio barroco (S.XVIII) que alberga varios retablos de interés.
Cruzando el Ebro por el puente se observan los vestigios del llamado “Molino del Puente” y el humilladero de las ánimas, del S.XIX. Pero sin duda es el conjunto arqueológico de La Peña de San Pantaleón el elemento más destacable de todo este entorno. Se trata de un yacimiento sobresaliente ya que presenta diversos estratos temporales de ocupación, desde la Edad del Bronce hasta la Baja Edad Media. Los restos más relevantes pertenecen a la Alta Edad Media, probablemente entre los siglos VIII-X, época en que va cristalizando la repoblación y en la que el asentamiento en este enclave debió jugar un papel importante en la vida del valle. En San Pantaleón podemos observar diversas celdas eremíticas excavadas en la propia roca, aljibes, una extensa necrópolis rupestre e incluso los trazos de la antigua iglesia rupestre que estaba dedicada al santo.
En el entorno de la Puente del Valle se pueden realizar agradables paseos a la vera del Ebro, visitar el mencionado enclave de San Pantaleón o el vecino pueblo de Quintanilla de An. Para excursiones más largas también se puede enlazar con las rutas GR 99 del Ebro (en Sobrepenilla) y PR-S 38 a Lorilla (en Montecillo). Cuenta con un área recreativa junto al Ebro.