En la zona sur de Valderredible, sobre una pequeña ladera descolgada bajo el Páramo de la Lora se sitúa esta pequeña aldea, a la que se accede tomando el desvío respectivo (CA-753) en La Puente del Valle. Aparece documentado como Monteziello en 1350 en el Libro Becerro de las Behetrías y como San Andrés de Montecillo y Montecillo en el Catastro de Ensenada (1752).

Las casas se disponen en torno a la fuente y a la Iglesia de San Marcos, siendo ésta última el elemento patrimonial más destacable. De pequeño tamaño, excelente sillería y origen románico tardío, entre finales del XII y comienzos del XII, es un bello ejemplo de la arquitectura religiosa popular de este período. Posee una sola nave, ábside cuadrangular y espadaña en el hastial (reformada en el S.XVIII). Pero tal vez sea la iconografía mostrada en los canecillos del muro sur el rasgo más sobresaliente, pues el viajero que se detenga a observarlos descubrirá una interesante muestra de figuras humanas, animales, frutos y el emblema jacobeo por excelencia, la concha del peregrino.

El despoblado de San Andrés (aproximadamente a medio kilómetro al noroeste del pueblo, junto a la carretera que comunica con Quintanilla de An) aparece documentado en el Catastro de Ensenada y al igual que ocurre con otros casos de pueblos abandonados sus terrenos fueron repartidos entre los pueblos colindantes, en este caso Montecillo y Quintanilla de An. En el lugar se puede apreciar aún una pequeña necrópolis de lajas.

Desde el pueblo vecino de Sobrepeña parte el PR-S 38, una interesante ruta circular que permite ascender a la Lora y visitar en el trayecto bonitos tramos de hayedo, trincheras y parapetos de la Guerra Civil en el páramo, el despoblado de Lorilla y, finalmente y tras descender, el pueblo de Montecillo ya camino de Sobrepeña.

La festividad local se celebra en San marcos, el 25 de abril.